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ULTRATRAIL - IV Edición 101 Peregrinos

Prueba: IV Edición 101 Peregrinos por el Camino de Santiago de Invierno
Localidad: Ponferrada 
Salida y llegada: Ponferrada (Leon) 
Fecha: 4 de Mayo de 2013                                  
Distancia: 106 kilómetros
Tiempo total: 17 horas y 51 minutos
Velocidad media total: 5,9 
Dificultad: Difícil por la distancia a recorrer
Circular: Si
Frecuencia cardiaca (Limite por edad 169)      
F.C. Media: 153                     F.C. Máxima: 188  
Altitudes (wikiloc) 
Acumulado subiendo: 4.167 metros                    
Acumulado bajando: 4.167 metros 
Altitud máxima: 987 metros                              
Altitud mínima: 362 metros 
Desnivel máximo subida: 29,88%   
Bajada: 29,06%
Altitudes (SportTracks) - Para mi más real 
Acumulado subiendo: 3.315 metros                    
Acumulado bajando: 3.305 metros 
GPS Garmin Oregon 400t               
Nº de puntos: 32234              
Intervalo de grabación: 2  
Época: Todo el año. 
Organización: Club deportivo 101 KM X CSI  
MIDE: 3-1-2-5                                   
Indice IBP: 763 RNG
Precio: 37€ + 7€ para envio de dorsal 
Hora de salida: 09:48                   Hora de llegada: 03:59
Itinerario: wikiloc              
Si quieres ver el albúm completo (443 fotografias) georeferenciadas


Entrada al cajón
Equipo compañeros portugueses
Animos a amigos y familia
Esperando impacientes la salida
Se da la salida - El tiempo ya cuenta
Ahora salimos nosotros
Con Javi
Tranquilos. Nos quedan más de 100 km.
Ponferrada
¿Se acabó el fuelle?
Paseando entre viñedos
1º avituallamiento
En las subidas bajamos el ritmo
Seguimos entre viñedos
Por ahora tenemos sombras
Avituallamiento de Santalla
Para un lado maratón para el otro 101
Este año tambien encontramos algún barro
Ojo al pajarito
Llegamos arriba
Camino de Borrenes me empieza a molestar el dedo
Disfrutando del paisaje
Los cruces estaban todos bien cuidados
Las Medulas
Indicandole algo a un compañero
Pueblo abandonado
A estas horas se agradecen las sombras
Barritas y agua
Con Fran terminé el año pasado esta prueba
Aprovechando la fuente para refrescarse
Llego a P.D.F.
Todavía consigo ver a algún ciclista
Un buen descanso a la sombra no viene mal
Jo. Hay que seguir
No estaba en el suelo
Subiendo hacia San Pedro
Que vistas
Control de paso
Despacio que levantais polvo
Corre corre que te pillan
Más barritas
Aprovechando la ultima sombra
Lastima
A buenas horas...
Debe hacer mucho frio
Arquitectura popular abandonada
Hombre. Los amigos portugueses
Un buen descanso
Castillo de cornatel
Se empieza a notar el cansancio
Siguiendo el camino de Santiago
Huele a choricito...
Que bueno está....
Mi esposa siempre acompañandome
Se acabó
Los regalos finisher de los marchadores.
   A las 5:45 cojo el coche en compañía de Laura y de mi hijo Fernando para hacer por tercer año consecutivo los 101 peregrinos. Tenemos que llegar al pabellón del Toralin antes de las 8:30 para entregar la declaración jurada. Entrego dicha declaración y busco un baño con urgencia, al salir me comenta mi esposa que estuvo con mi amigo Filipe, con kuncas y con Roberto, ellos harán la prueba en la modalidad de bicicleta, yo no conseguí verlos. Nos acercamos al bar del Ponferradina en donde nos tomamos con tranquilidad un café y después ya en el coche coger lo necesario para afrontar la larga prueba que me queda por delante. Debido a la gran cantidad de avituallamientos (18 en total) decido dejar el camel en el coche, con 2 bidones de medio litro cada uno deberían llegarme perfectamente para hacer la marcha. A diferencia de los años anteriores el cielo se encuentra totalmente despejado, para variar no hay previsiones de lluvia, al contrario, como  la mañana se encuentra fresquita decido salir con camiseta de manga larga, aunque me da la impresión de que hoy tendremos un día muy caluroso. 
   Una vez que entro en el cajón de salida busco a Filipe, no lo encuentro a pesar de que comentamos con anterioridad la zona por la cual estaría, pero no consigo verlo, saco varias fotografías y veo a Javi Pereiro, un compañero habitual en las marchas de 50 kilómetros, me acerco a saludarle, charlamos un rato y finalmente 10 minutos antes de lo anunciado, a las 9:50 iniciamos la larga marcha. Le deseo suerte e inicio esta nueva aventura a mi ritmo. Me despido de Laura y Fernando a los cuales veré en Puente DF. Mi previsión es que a las 3 de la mañana estaré de nuevo por aquí.  
   Los primeros kilómetros eran prácticamente iguales a los de las ediciones pasadas, salimos de Ponferrada, yo andando y la mayoría de mis compañeros corriendo en busca del cupón premiado que supongo se debería encontrar tirado en algún lugar del camino, no me preocupa, como siempre intentaré andar en llano y en las subidas y trotar en las bajadas.
Según el listado facilitado en la pagina web de la organización nos dirigimos hacia el primer avituallamiento que deberíamos encontrar ya en el kilómetro 4 (avituallamiento desaparecido), no importa, tengo suficiente liquido y no tengo hambre, con lo cual continuamos hacia Toral de Merayo, rellenar bidones coger un plátano y dirigirme hacia el siguiente avituallamiento, pasamos el kilómetro 13,5 (otro avituallamiento desaparecido), no pasa nada estamos aproximadamente a 2 kilómetros de Santalla.
   Por ahora voy adelantando a la gente en las subidas y en las bajadas ellos me van adelantando a mi. Una vez en Santalla veo que están regalando gorras a todos los que venían “descapotados”, la mía a estas alturas se encontraba totalmente empapada en sudor y decidí cambiar el logo de Solopisadas por el de la coca cola y a partir de aquí voy intercambiando las gorras. Rellenar, un pastelito y tirar para delante. Poco después me encuentro con unos voluntarios que nos va separando la maratón para un lado y los valientes para el otro, evidentemente yo me voy con los valientes. Los cruces se ven bien cuidados, siempre encontramos a alguien mirando por nuestra seguridad, bien sea la benemérita o bien con voluntarios.
    El siguiente paso es Borrenes, hace ya un buen rato que en las bajadas me duele el dedo gordo del pie izquierdo, espero que no me de mucho la lata, me está obligando a bajar el ritmo, pero todavía voy bastante bien. Plátano, rellenar y a continuar hacia el pueblo de Las Médulas, y antes de llegar a Puente DF un nuevo avituallamiento con agua y barritas, sigo y ya llegando a Puente Domínguez Florez me encuentro con Fran (un amigo de Filipe del equipo D+) con el cual el año pasado crucé la línea de llegada. Le dejo con sus acompañantes, se ve que va bien, paso por una fuente en donde aprovecho para mojar la gorra para que me refresque y por fin llego al avituallamiento de Puente DF en donde me están esperando mi esposa y mi hijo, me encuentro fresco, todavía no empezaron las grandes rampas, los datos a esta altura son (según el GPS) 38,5 kilómetros, 5:10 horas y una  media total de 7,46.
El reloj marca las 3 de la tarde y hace mucho calor. Hasta aquí fue un continuo rompe piernas que se hace con bastante comodidad. Cojo un bocadillo, relleno y me acerco hasta donde está mi familia para comer en su compañía el bocata, hasta ahora en los avituallamientos solo vi barritas y pasteles, nada de salado. Cambio de camiseta y poner un compeed en el pie derecho, vemos gente a lo lejos, pero me parece que lo que estoy viendo todavía no me toca, me da la impresión que esa subida es la que me dirigirá hacia Yeres, creo que San Pedro queda para otro lado. Entre una cosa y otra paré cerca de 20 minutos, Una parada técnica necesaria para afrontar la parte mas dura de la prueba.
   Ahora tenemos que subir hacia San Pedro de Trones, con el calor reinante y sin un poquito de aire tenemos una fuerte subida para salvar un desnivel superior a 400 metros en aproximadamente 4,5 kilómetros, según voy subiendo voy pasando a gente que lo está pasando mal, yo me encuentro bien de fuerzas y de animo, subiendo el dedo del pie no me molesta y dentro de lo que cabe (hace mucho calor) estoy subiendo bien. Pasando escucho como un señor mayor se compadece de nosotros por lo que estamos sufriendo, le escucho y comento con él que nosotros estamos allí por gusto, que muchos intentamos saber en donde está nuestro limite, pero que en cualquier momento podemos decidir dejarlo. Las vistas tanto en la subida como desde aquí son impresionantes, y entre otras cosas me llama la atención la ermita que tienen. Relleno en el avituallamiento, la bebida está caliente y un vecino está dando un poco de hielo para refrescarla, unos pastelitos y a bajar. Pasamos al lado del museo de la pizarra, la iglesia y bastante cerca de la ermita, y ahora es cuando empieza lo malo para mí.
   Una buena bajada por trialeras que en algunas zonas se hacen prácticamente verticales, mucho polvo que levantan los compañeros que llevo delante. Sufro bastante para realizarla, incluso bajo la velocidad media total, pero por fin vuelvo a encontrarme en Puente DF con la familia. Una mínima parada y a continuar hacia Yeres. Esta es una subida larga, muy larga, empiezo a subir, y al poco ya encuentro “cadáveres”, gente que no puede más y se tira en las sombras a descansar, el calor es intenso, quizás pasemos de los 30 grados, no sopla el aire y algunos inconscientes suben sin gorra y poca agua. Hacia la mitad me encontré con un chaval que iba fatal le ofrecí bebida y prácticamente se bebió la botella que le ofrecí. El chaval mejoró bastante aunque siguió a un ritmo muy cansino y yo continué con el ritmo que llevaba, pero pronto noté la falta de líquido. Sufrí una pequeña pájara, me visitó el hombre del mazo, pongámosle el nombre que queramos. Cuando te pasa esto piensas que no deberíamos ser tan solidarios con estos inconscientes, a mí el litro de líquido que llevaba me llegaba bien, pero al compartir cerca de la mitad con otro compañero ya no te llega para nada. Una vez que te recuperas un poco piensas que la próxima vez puedes ser tú y “ya pasó”, pero la próxima vez talvez me lo piense mejor. Ya en la bajada para Yeres me encontré con una fuente y aproveché para mojarme los labios que llevaba totalmente resecos, no quise beber más “por si acaso” no seria la primera vez que por beber agua en cualquier sitio después tengo problemas estomacales y ya apenas me quedan un par de kilómetros para el avituallamiento. Me hidrato convenientemente, vuelvo a rellenar mis botes, como una naranja e inicio la segunda parte de la subida hacia el mirador de Orellan, otra subida con aproximadamente 6 kilómetros que me cuesta muchísimo, noto el problema que padecí en la anterior subida, el deshidratarme tanto y el calor me están pasando factura, me queda el consuelo que el día está pasando y el sol ya no pega con tanta fuerza.
   Me entretengo pensando que una vez terminada esta subida las grandes subidas están ya prácticamente realizadas, todavía quedaran más de 40 kilómetros, pero ya viene el fresco del atardecer y en principio una parte bastante mas accesible. En un momento dado en esta subida pasa un todo terreno de la organización que me ofrece agua, no le digo que no, prefiero que me sobre a que me falte, aunque pienso que mejor habría sido que pasase en la anterior subida. Al final no me hizo falta tocar esta botella de agua. Llego al mirador de Orillan, el punto mas alto de la prueba, me paro un minuto en el avituallamiento para cargar agua, me niego a comer mas dulce y llamo a mi esposa que donde sea me busque algo salado, estoy hasta los mismísimos de barritas y pastelitos, y tal y como habíamos quedado en Puente DF nos veremos en el siguiente avituallamiento en La Chana. Intento trotar, pero las piernas ya están bastante tocadas y las plantas de los pies empiezan a resentirse, por otro lado algo normal después de realizar tantos kilómetros, con lo cual andando me voy acercando poco a poco junto a mi familia. Por fin como salado, me cambio de camiseta, un poco de gel frío en las piernas y Laura pretende que me cambie de calcetines y zapatillas pero lo descarto totalmente, me encuentro bien con estas zapatillas y no quiero estropear todo por un cambio inoportuno de calzado. Después de una media hora de descanso salgo cuando empieza a anochecer, la parada fue muy larga y a las piernas les cuesta volver a arrancar, durante los primeros minutos de este reinicio los músculos me duelen horrores, pero poco a poco se van calentando mientras voy camino del castillo de Cornatel a donde llegué ya de noche admirando su bella estampa, la temperatura  baja rápidamente, pero no siento frío, con lo cual decido que todavía no necesito el cortavientos que llevo en la mochila. Camino de Santalla me paro en el avituallamiento de Villavieja, me ofrecieron un caldo calentito que me supo a gloria, me parece que empiezo a recuperar. Agua, me niego a comer pastelitos y de nuevo en camino. Una pequeña subida y ya todo bajada hasta encontrarme de nuevo con mi familia en la entrada de Santalla, ellos acaban de llegar hasta aquí después de dejar aparcado el coche en la otra punta del pueblo, bebo algo, no me apetece comer y arranco a realizar el tramo que más me costó realizar en las anteriores ediciones por culpa del barro. Este año se me hace bastante mas fácil el hacerlo, pero me llevé una sorpresa cuando no me controlaron en el punto intermedio, con razón me comentaron después de la prueba que a algún participante los cogieron haciendo turismo por Santalla haciendo tiempo ya que después de pasar por el barredor volvieron por otro camino para el pueblo ahorrándose unos pocos kilómetros. Llego de nuevo a Santalla, y sigue mi familia pendiente de mí. Mientras por primera vez en un avituallamiento en esta marcha como bien (chorizo asado, caldo caliente, oreja, tortilla, huevos cocidos, pastel (no quiero)…).   Mientras me hincho a comer Laura se dedica a ponerme a punto, me revisa y coloca un nuevo compeed en el pie derecho, el mismo que ya habíamos puesto antes y que en esta ultima subida me dio la impresión que se me había caído. No toco nada mas, quedamos para vernos en el pabellón, hace tiempo que no le hago caso al reloj, el retraso que llevo sobre el horario previsto ya es bastante grande, ni de lejos conseguiré realizar esto en las 17 horas previstas, pero lo importante es acabar, ahora lo único que quiero es terminar e irme a descansar. Ya conozco el, camino, en principio es el mismo que realizamos al inicio del recorrido, reviso mis datos y si es así todavía me faltan 15 kilómetros, la gente que está allí dice 12. Me pongo en camino y como en otras de noche todo se ve diferente, voy escuchando el canto de los pájaros en una noche mágica de cielo estrellado, viviendo la soledad y como siempre llega el punto en que me pregunto que leches estoy haciendo yo aquí.
   En Toral de Merayo me ofrecen un chocolate caliente, no lo quiero, cargo agua y vuelvo a preguntar cuanto me falta y me dicen que 9,40 km. (Desde Santalla hasta aquí hay mas de 7 km.). Llegando a Ponferrada al igual que el año pasado nos llevan por el paseo del río Sil, siento el frío pero no me apetece ponerme el cortavientos, intento acelerar un poquito mas el paso pero las piernas no me responden, con lo cual hago lo que puedo. Ya llegando un par de “compañeros” decidieron que querían entrar en meta antes que yo poniéndose a trotar, lo cual me obligó a realizar un pequeño spring los últimos 500 metros, después de tantos kilómetros en solitario no me apetecía que nadie me pasase delante en los últimos metros. Por fin se acabó el “sufrimiento”, los 101 Km. según mi GPS se convirtieron en 106,250 km. y la hora de llegada oficial en 18 horas y 10 minutos, mientras que la hora real se sitúa en 17 horas y 51 minutos.
   Ahora me toca pasar a recoger la medalla, la camiseta y el llavero de finalista, el diploma tendré que bajármelo la próxima semana de Internet. Una buena ducha, algo caliente y para casa.
Dentro de lo que cabe me encuentro bastante bien, al final creí que con beber la pájara se me pasaría, pero al final me hizo bastante mas daño del esperado. Creo que ya no conseguí recuperarme completamente. 
   Para mi, la organización con respecto al año pasado fue para atrás, 2 avituallamientos que desaparecieron (realmente no hacían falta), los frutos secos no los vi por ningún lado, en varios avituallamientos no había isotónicos, en varios puntos el agua era de fuente, fruta casi no vi, y naranjas únicamente las he visto en Yeres, poco salado durante el día, y llega un punto en que el dulce no te entra. Los kilómetros crecen prácticamente un 5% (con agua y calor todo crece), pocas balizas luminosas de noche, dorsal de papel que sobrevivió malamente al sudor, cambios de ultima hora en el recorrido, el crono que te pone a mayores 20 minutos (pusieron el crono a cero cuando salieron los primeros ciclistas y tanto el primero como el ultimo salimos todos a la misma hora), pero ¿para que son los chips que llevamos? A favor la buena disposición de los voluntarios y de las gentes de los pueblos por los cuales pasamos, solo por ellos ya vale la pena volver, siempre dándote ánimos y ayudándote en lo que necesites. 
   En fin, fue mi tercera participación en esta prueba que transcurre por paisajes espectaculares, este año con la subida a San Pedro y el calor reinante la hicieron especialmente dura, otros años lo que la han hecho dura fue el barro que este año apenas encontramos, por una razón u otra la prueba siempre será dura.
   Algo que tengo que agradecer especialmente es el cariño de mi esposa y de mi hijo que fueron siguiéndome en coche por estos y por otros caminos para que no me falte de nada en ningún momento, principalmente dándome ánimos para seguir en los momentos en que te puedes venir abajo. Esto no hay dinero en el mundo que lo pague.   
   Clasificación marcha 86 de 318 – Marcha veterano B Masculino 18 de 64     Tiempo total oficial 18:10:03    Tiempos de paso Santalla: 2:25:23   San Pedro: 7:13:56   Yeres: 9:15:25   Villavieja: 13:09:13   Santalla:13:47:33       Si salimos 318 y terminamos 193 quiere decir que hubo 125 abandonos, lo que nos da un índice de abandonos del 39,31%, un índice demasiado elevado. Se comenta en la red que de los 193 finalistas algun participante no hizo el trayecto completo. No opino. 

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