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ANDAINA - III EDICION PONTEVEDRADA


Prueba: III Pontevedrada
Salida: Praza da Ferreria (Pontevedra)
Llegada: Plaza do Obradoiro (Santiago de Compostela)
Fecha: 27 de Abril de 2013
Distancia: 64,16 kilómetros
Tiempo total oficial: 10 horas y 47 minutos
Velocidad media total: 6,0
Dificultad: Difícil únicamente por la distancia total del trayecto
Circular: No
Frecuencia cardiaca (Limite por edad 169) 
F.C. Media: 119
F.C. Máxima: 163
Precio: Inscripción gratuita
Caminantes: Ferreiro2008, Roberto
GPS Garmin Oregon 400t
Nº de puntos: 18246
Época: Todo el año.
MIDE: 2-1-2-5            IBP: 226 HKG
Itinerario                              Fotografías georeferenciadas
Hora de salida: 20:01                    Hora de llegada: 6:48

 Mi dorsal

Monasterio

Escapando de la lluvia

Arco iris by Raulito

 Recibiendo las ultimas instrucciones

A trompetazos nos dieron la salida

Los primeros metros

Cruzando el rio

Atasco por culpa del duatlon

Estamos en el camino correcto

De estos encontramos varios en el camino

Empieza a atardecer

Capillas no nos faltan

 Dos participantes que decidieron acompañarnos en bici

Un lugar habitual para el descanso del peregrino

El progreso tambien se ve en el camino

 Cruzando un riachuelo

 Algunos avituallamientos daban gusto

En animada charla con nuevos amigos

Aprovechando la luz publica

Velando por nuestra seguridad

Hay fuentes para todos los gustos


Prueba rematada

No muchas veces tengo la posibilidad de ver así la catedral


        

  27 y 28 de abril de 2013, de Pontevedra a Santiago de Compostela por el Camiño Xacobeo Portugués

            La PONTEVEDRADA consiste en una marcha nocturna que, siguiendo el Camiño Xacobeo Portugués, parte de Pontevedra y alcanza la Plaza del Obradoiro, centro neurálgico de la capital de Galicia. En el año 2013 llega a su tercera edición. El principal objetivo de esta prueba es “concienciar a la población de la importancia de la donación altruista de sangre y órganos”.

            Sus promotores, Michel y Raúl, son dos donantes que quieren “inculcar los valores de solidaridad, espíritu de superación ante un reto como éste”. La PONTEVEDRADA se inspira en otra marcha similar que se viene realizando anualmente en La Rioja; se llama “la VALVANERADA”.

            Con estos precedentes, y con el sabor amargo de no haber participado en la IIª edición debido a otros compromisos, contacto con Fernando Ferreiro.

            Ambos compartimos el espíritu de la PONTEVEDRADA y tenemos hueco en nuestras respectivas agendas por lo que acordamos participar.

También servirá para recordar la caminata similar que llevamos a cabo en agosto de 2010. En aquellas fechas, Fernando decidió hacer de un tirón el Camiño XacobeoPortugués desde Valença do Minho a Compostela (120 Km.). Me uní a él a su paso por el Albergue de Peregrinos de Pontevedra llegando juntos a la Plaza del Obradoiro. Para ambos la experiencia fue muy positiva.

            Realizadas las inscripciones por correo electrónico días antes, alrededor de las 17:30 h. nos acercamos a recoger los dorsales para evitar aglomeraciones.

            La organización se instala en la Plaza de la Herrería, frente el bar Savoy. Hay pocos caminantes y nos atienden enseguida. Nos solicitan el impreso que exime de cualquier responsabilidad a la organización en caso de accidente o enfermedad que ambos llevamos preparado y recibimos los dorsales, en forma de tacos de madera con forma de corazón. En su anverso consta el número y en el reverso el logotipo de la PONTEVEDRADA. En mi caso, falta dicho logo, pero resulta un dorsal muy original. También recogemos varios folletos relacionados con la donación de órganos: “Solidarios hasta la médula”, “Tu sangre es vida – Compártela”, “A vida, o mellor agasallo”, todos de la Xunta de Galicia junto con otro de la Fundación “Josep Carreras” de lucha contra la leucemia. Igualmente, una hoja con las paradas previstas por la organización y diversos teléfonos de contacto.

En el lugar están dispuestas varias furgonetas para el traslado de material y avituallamiento.
Por último, nos entregan una camiseta patrocinada por el Concello de Pontevedra y Outón Serigrafía. Los 290 primeros inscritos tienen opción a ellas. El número total de participantes sobrepasa los 340.

            Dejado atrás dicho puesto nos encontramos con un compañero orensano, asiduo a las marchas de larga distancia. Charlamos un rato, entreteniéndonos en la caminata que SOLOPISADAS realizó al pico Carrís (P. N. Peneda – Géres) a través de Encosta do Sol a principios de 2013. Evitamos transitar la zona de protección integral del Parque luso.

   Tras despedirnos del compañero, damos un ligero paseo por el centro de la ciudad, conociendo Fernando el conjunto escultórico de la “Plaza de los Músicos”.

            Alrededor de las 19:30 hs., estamos nuevamente en “la Herrería”. La jornada es fría y el viento provoca que la sensación térmica sea baja. Unas nubes amenazan con descargar. Al llegar a la plaza veo algunos andarines pontevedreses. Yo me entretengo explicándole a mi pequeño gran amigo Raúl algunos entresijos del GPS. Rápidamente ubica en el mapa la iglesia de San Francisco y sus jardines delanteros; le muestro la brújula y señala el Norte, y se interesa por el sistema de grabación, comentándole que una de sus ventajas es la función de “vuelta a casa”. Este chavalín es un crack.

            Inmediatamente cae un aguacero que nos lleva a refugiarnos en los Soportales. La lluvia dura poco tiempo y, a su término, la organización nos pide que nos reunamos en el centro de la plaza. Al salir vemos que un difuminado arco iris preside el cielo. ¡Buen augurio!

Uno de los organizadores nos da los últimos consejos y los padres de Javi, el niño “emblema” de la IIIª PONTEVEDRADA, nos cuentan con breves pero entrañables palabras su vivencia con la enfermedad de su hijo, afortunadamente sano tras un trasplante de médula ósea.

            Y a las 20:00 hs., tras tres toques de una clásica bocina, iniciamos la caminata.
            En tropel transitamos por la Plaza de Curros Enríquez y la Calle Real hasta cruzar el río Lérez por el Puente del Burgo. En la rúa Santiña charlo con Javier, compañero de club, marchas de larga distancia y excursiones montañeras y buen amigo.

            En esta zona inicial nos adelanta un grupo de cinco corredores por montaña. Viajan con un trote tranquilo que les permitirá hacer muchos kilómetros relajadamente.

            Noto buen ambiente en la gente. Sin querer, y siguiendo nuestro ritmo, Fernando, Javier y yo estamos en puestos delanteros. Ahora me dedico a charlar con otros caminantes de esta ciudad. También entablo conversación con algún otro que va a nuestro lado.

   Sin darnos cuenta llegamos al lugar de San Amaro, en Barro. En este punto está la primera parada estipulada por la organización.

            Fernando y yo entramos en “A Pousada do Peregrino”. Todo está dispuesto. Con un orden meticuloso tenemos una máquina de café; un termo con leche y numerosa bollería, junto con platillos, tazas, servilletas, cucharillas de plástico, etc. El café está buenísimo. Agradezco la atención a sendos jóvenes que nos atienden. Javier me dice que en los otros dos locales, “O Furancho de Niní” y “Mesón do Pulpo” había tortilla recién hecha y empanada fresca junto con bocadillos y otras viandas. Al salir le dieron una pequeña bolsa con frutos secos y un bollo. También había refrescos y un lugar acondicionado para sentarse tranquilamente.

            Nos dirigimos hacia Caldas de Reis; la tarde se apaga y el frío aumenta. Me coloco una cinta que me cubre parte de la cabeza, frente y orejas. El viento provoca una sensación térmica baja. Dudo si ponerme la chaqueta pero vamos a buena velocidad debido a la ausencia de terreno técnico y desnivel y una capa más me hará sudar.

               Conforme pasan los kilómetros el grupo sigue estirándose y la cabeza está formada por unas ocho personas contando con nosotros tres.

            En Caldas evitamos la Cafetería “Termas” debido a que tenemos avituallamiento propio. Al lado de las “Burgas” nos esperan nuestros cónyuges. Nos han preparado una opípara cena. Rápidamente picoteamos de todo. Tratamos de no detenernos demasiado para no enfriarnos. Decido sustituir el polar por la chaqueta y la cinta por un gorro. Pilar y Laura nos preguntan si se trasladan hasta Padrón pero les decimos que no es necesario. Contamos con detenernos en los puntos marcados por la organización.

            Sobre las 23 hs. 30 min. nos despedimos de ellas, recorriendo la Calle Real, cruzando el pequeño y precioso puente romano y la carretera N-550 para entrar en uno de los tramos más bellos del camino. Nos ilumina una tenue luna. Javier tira con fuerza; Fernando va relajado y a mi no me cuesta seguir sus pasos en los tramos de ascenso.

            Volvemos a interseccionar la N-550 en el lugar de O Cruceiro. Seguidamente, pasamos por el de Cortiñas, que posee una bonita iglesia con atrio. Pegado a éste lugar se encuentra el de O Gorgullón, iniciando un ligero descenso que nos lleva a cruzar nuevamente la N-550. Aquí vemos un trío de compañeros que vienen por tal carretera. Le preguntamos si son de la PONTEVEDRADA y me dicen que si. Bromeo diciendo que están haciendo trampas, pues por la carretera la longitud de este tramo es inferior. Luego, alcanzamos a otros dos que van sin frontal, aprovechando la luz de la luna, algo que todos intentamos hacer en cuanto podemos. Los cinco compañeros quedan atrás, habiéndonos comentado que han salido antes de la hora prevista por la organización.

            Nosotros continuamos a nuestro ritmo que es bastante alto. Primero, pegados a ambos márgenes de la autopista AP9, hasta llegar a otro de los tramos bonitos de la ruta. Aunque no vemos nada, adivinamos por el sonido la presencia del río Valga hasta que lo cruzamos por un puentecillo.

            Desde Caldas de Reis vienen haciendo “la goma” dos ciclistas jóvenes. Al parecer pasaron por la “Herrería” y al ver el “tinglado” montado decidieron unirse a la marcha. Tan pronto nos adelantan como van un rato de cháchara con nosotros.

            Así llegamos al lugar de A Eirexe donde sufriríamos un error en el recorrido. Tras dejar a nuestra izquierda la iglesia y su cementerio, seguimos por asfalto una carretera descendente en un ligero giro a la izquierda en lugar de seguir de frente. Nos despistamos debido a nuestro relajamiento, algo que suele ocurrir tras un tramo técnico nocturno de tierra con la llegada al asfalto. Fernando se da cuenta del error al no ver marcas, comprobando que estamos lejos del track guardado en los GPS. Desandamos el camino; el error es de unos dos kilómetros, ida y vuelta.

            Justo al llegar al punto de intersección con el Camiño Xacobeo nos encontramos con otros tres caminantes. Comentamos lo ocurrido y los seis nos dirigimos hacia Infesta, en Pontecesures.

En este punto la organización ha previsto una parada en el restaurante “Mesa de Pedra”. A las 2 h. 17 min. entramos en el local, llamándonos la atención que no haya nada preparado para atender a los caminantes. La persona que allí se encuentra me pregunta si formamos parte de la PONTEVEDRADA y cuando vendrán los demás. Le explico que, al principio llegarán a cuentagotas pero conforme pase el tiempo accederán en tropel. Apenas nos atiende decidiendo Fernando, Javier y yo continuar nuestro camino. Los otros tres compañeros también salen del local junto con los dos ciclistas que fueron los primeros en llegar. Todos comentamos la nula disposición y amabilidad del individuo.

            Afortunadamente, poco antes de Pontecesures está un vehículo de la organización con avituallamiento. Yo cojo una botella de Aquarius y degusto una sabrosa manzana.

            Cruzando el río Ulla y entrando en Padrón nos cae un buen chaparrón. Aquí, en lugar de seguir las marcas del Camino, continuamos por la N-550 hasta llegar al centro de la localidad. Nos dirigimos hacia la Alameda, preguntando en una cafetería si nos pueden atender. Tienen la máquina de café apagada y están esperando que se vacíen las últimas mesas. Ya en la propia Alameda, encontramos un bar abierto. La empleada se escuda en su jefe y éste dice que va a cerrar a pesar de indicarle que venimos andando desde Pontevedra, viéndonos mojados como pitos debido al chubasco. Afortunadamente a algunos empresarios le van bien las cosas y no precisan facturar más.

Comentamos entre nosotros que somos la cabeza de la PONTEVEDRADA aunque nada sabemos de los corredores vistos a la salida de la marcha y en Caldas de Reis por nuestros cónyuges. En tal población seguían trotando con esa cadencia tan característica.

            Y tras las experiencias anteriores descartamos detenernos en la cafetería próxima al tanatorio municipal. Nuestro objetivo es el Hotel Scala, un poco más allá de Iria Flavia.

            Allí llegamos a las 3 h. 20 min. Vemos que tanto su cafetería como el restaurante están cerrados. En sus puestos se encuentran el vigilante y la recepcionista, preguntándonos si formamos parte del grupo del osteópata Pedro Cubela. Al parecer tiene prevista su llegada para las 5 h. ó 5 h. 30 min., y la cafetería la abrirán a las 6 h. 30 min.

            Así las cosas no queda otra opción que seguir hacia Santiago en régimen de autosuficiencia. A partir de aquí los dos ciclistas se van por delante y no los volveremos a ver.

            Para venideras ediciones resultaría oportuno contar con establecimientos abiertos a horas tempranas para aquellos que hagan la marcha a ritmo alto o, en su defecto, indicar el horario de su apertura. En la nota entregada con el dorsal faltaba este extremo aunque si figuraba en el Facebook de la organización. Lástima de no habernos dado cuenta pues Fernando y yo hubiéramos portado sendos termos con bebidas calientes.

Resta el tramo más duro de la ruta. Se une el kilometraje acumulado, el abundante asfalto, el frío y un perfil en claro ascenso. A pesar de ello continuamos a fuerte ritmo.

            En el lugar de Rúa de Francos el grupo se disgrega en dos. Me rezago, quedándose conmigo Fernando mientras que Javier continúa con los otros tres andarines. Aprovecho para hidratar y avituallarme sin detenerme.

Recuerdo que falta la tediosa zona de acceso a O Milladoiro y su tránsito por las urbanizaciones y quiero llegar a ella con fuerzas suficientes. Decido ir a un paso más suave para afrontarla con garantías. Tanto en el viaje anterior emprendido con Fernando como en otro previo con mi familia, en régimen de peregrinación, dicho tramo me resulto duro.

            Poco antes de llegar al cruce con la carretera Ac-522 Fernando y yo alcanzamos a uno de los nuevos compañeros. Le pregunto si le responde su linterna y me dice que si. Antes había comentado que la adquirió en un bazar y que los tornillos estaban oxidados. Según el chino encargado del local fue debido a los 45 días de travesía marítima. La anécdota nos hizo sonreír un rato. Nos pregunta por el perfil que resta y Fernando le informa que en un kilómetro ascenderemos unos 90 m. de desnivel, yendo siempre por asfalto.

En seguida, lo dejamos atrás y seguimos hacia O Milladoiro.
            En la larga recta donde se encuentra el Centro Comercial de la localidad vemos a lo lejos a Javier y a los otros dos compañeros. Sigue un tramo de descenso, primero por asfalto y luego por unos caminillos sobre los que los dos nos desenvolvemos muy bien. Me noto extraordinariamente fresco.

            Un poco más allá, en el lugar de Rocha Nova, tras pasar la vía férrea por una pasarela, cogemos a los tres andarines. Los cinco nos dirigimos juntos hacia Santiago.

            Callejeamos con rapidez por sus calles aprovechando que no hay tráfico rodado ni viandantes. Sin darnos cuenta pasamos por las avenidas de Rosalía de Castro y Xoán Carlos I, dejando la Alameda a nuestra izquierda, hasta llegar a Porta Faxeira.

            Entramos por ella y transitamos por la Calle del Franco. A la altura del Colegio de Fonseca les digo a los compañeros que la meta está en el centro de la plaza, lugar donde se sitúan miles de peregrinos. En tal punto compruebo mi reloj y el del GPS. Ambos marcan las 6 h. 49 min. Al verlo, exclamo: ¡Gran tiempo!

Hemos tardado 10 h. 49 min. en realizar la IIIª PONTEVEDRADA.
Todos tenemos la impresión que somos los primeros caminantes en llegar y nada sabemos del grupo de cinco corredores y de los dos ciclistas. Nos felicitamos mutuamente y sacamos varias fotografías del grupo con cámaras y móviles.

Mientras tanto la plaza permanece absolutamente desierta, iluminada por las farolas si bien el cielo anuncia con su luz el nacer del día. Esta visión y la serenata del carillón tocando las 7 h. (la Berenguela suena como nunca) son el mejor pago de la caminata realizada.

Debido al frío que hace nos dirigimos a los bajos del Palacio de Raxoi. Allí compruebo los datos – resumen del GPS, que son:

  • Longitud del trayecto: 66,09 Km., incluido el despiste de A Eirexe.
  • Tiempo empleado:
    • 10:49 hs. totales
    • 10:22 hs. movimiento
    • 00:27 hs. detenido
  • Velocidad:
    • 6,1 Km./h., media total
    • 6,4 Km./h., media en movimiento
  • Desniveles:
·         Positivo: 1.217 m.
·         Negativo: 1.000 m.

Les pido los respectivos dorsales a los compañeros de Sober y Lalín. Tienen los números 25 y 67; Javier es el 341; Fernando el 69 y yo porto el 265.

A continuación, a las 7 h. 3 min. telefoneo a María, la encargada de recepcionar a los marchadores. Le explico que hemos llegado a las 6 h. 49 min. y que pretendo que anote nuestra llegada, evitando búsquedas innecesarias. Pretendemos desayunar inmediatamente. Me comenta que se acostó a las 3 de la madrugada, habiéndose levantado hace 10 min. Aperturará la recepción en la Plaza a las 8 h. 30 min. Toma nota de los dorsales y le pido disculpas por la hora intempestiva de la llamada. Supuse que estaría a punto de llegar a Santiago.

            Termino este relato agradeciendo el apoyo prestado por los patrocinadores y los establecimientos colaboradores; con especial énfasis a los tres locales hosteleros sitos en San Amaro (Barro).

            También doy miles de gracias a Michel, a Raúl y a todos los voluntarios que componen la organización de la PONTEVEDRADA por el esfuerzo desarrollado. Espero y deseo que su objetivo se haya cumplido con creces y que el número de donantes y donaciones se acreciente rápidamente.

            Mi especial reconocimiento y cariño para Fernando y Javier. Como siempre su compañía es un lujo.

            Y no me olvido de Laura y Pilar. Por atendernos en Pontevedra y Caldas de Reis y recogernos en Santiago se privaron de una caminata que les apetecía mucho.

            Roberto, dorsal 265 – IIIª Pontevedrada – 27 y 28 de abril de 2013.


 

Datos varios sacados del programa SportTracks


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